Parece muy fácil hacer un
giro con un avión pero no lo es tanto si se tienen en cuenta los siguientes puntos.
Cuando giramos la palanca a la derecha, el alerón derecho sube y el izquierdo baja, esto
crea más resistencia sobre la mitad izquierda del ala por el alerón que baja, el avión
se balancea a la derecha pero el morro guiña a la izquierda, esto provoca un giro con
resbalamiento que en general no es simétrico, para corregir la guiñada se utiliza el
timón vertical. El timón vertical se emplea siempre junto con los alerones en el giro,
para efectuar un giro a la izquierda se pisa el pedal izquierdo mientras se inclina la
palanca a la izquierda, tan pronto como tenemos el balance que queríamos los controles
deben retornar a la posición neutra, esto significa que tenemos que restablecer
suavemente la posición neutral de la palanca y liberar presión lentamente sobre el pedal
izquierdo. Si se continuase aplicando palanca y presión al pedal, el avión seguiría
aumentando el balance hasta dar una vuelta completa. La sustentación en el punto en que
retornamos los controles a neutro, no esta dirigida totalmente en dirección vertical y no
equilibra el peso del avión, en esta situación se comienza a perder altitud, para
evitarlo debe incrementarse el ángulo de ataque tirando hacia atrás de la palanca para
deflectar el timón de profundidad hacia arriba. Este seria un ejemplo de los pasos a
seguir para hacer un giro suave:
Aplicar palanca a
la izquierda y pedal izquierdo simultáneamente.
Mientras el
balanceo aumenta empezar a soltar palanca.
Cuando se ha
alcanzado el balance adecuado neutralizar alerones y timón lentamente.
El vuelo en subida adecuado se consigue
mediante una combinación de potencia y timones vertical y de profundidad. El
timón vertical se utiliza para compensar los efectos de torsión del motor y
la estela de la hélice, y el motor se emplea para proporcionar los caballos
de potencia necesarios.
El piloto debe tener en cuenta la
velocidad de subida y la potencia recomendadas para obtener la tasa de ascenso
adecuada (expresada en pies por minuto o fpm). La potencia se regula con el
tacómetro (rpm). Las rpm en un avión con el paso de la hélice fijo dependen
de la posición del mando de gases. La velocidad de vuelo, que disminuye en
actitud de subida, hace descender las revoluciones por debajo de las fijadas
para el crucero, por lo que hace falta empujar el mando de gases para obtener
la potencia necesaria para subir. La velocidad de subida normal es 1.4 o 1.5
veces la velocidad de pérdida.
Procedimiento para volver al vuelo
rectilíneo horizontal:
-
Bajar con cuidado el morro hasta la
posición de vuelo a nivel constante.
-
Mientras la velocidad aumenta
levantar suavemente el pie del pedal derecho.
-
Tirar del mando de gases para
mantener las revoluciones de crucero.
-
No permitir que el morro se desvíe
durante la transición.
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El giro en subida
Esta maniobra es la combinación de las
dos anteriores. Se comienza el giro desde una situación de subida rectilínea
t equilibrada. Los giros en subida se hacen poco cerrados, con inclinaciones
menores que 10º. Giros con mayor ángulo hacen que se reduzca la velocidad de
ascenso porque se necesita tirar más de la palanca para mantener el morro
elevado (por lo que se produce mayor resistencia)
El procedimiento para el giro en subida es:
1.- Comienzo de la subida rectilínea.
- Tirar de la palanca.
- Pisar pedal derecho.
2.- Comienzo del giro a la derecha en subida.
- Palanca a la derecha y más pedal derecho.
- Mantener un giro leve.
- Tirar más de la palanca.
- Alerones a su posición neutra y retomar el pedal sólo
para corregir la torsión.
3.- Deshacer el giro para reanudar la subida rectilínea.
- Palanca a la izquierda para reanudar la subida
rectilínea.
- Mientras el ala se pone a nivel, alerones a su
posición neutra y volver a pedal derecho.
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El
planeo normal
En planeo normal, el mando de gases se
sitúa en ralentí y los alerones se disponen en posición de vuelo
rectilíneo. Se tira para atrás de la palanca para evitar un descenso
demasiado pronunciado durante el planeo. Con el motor al ralentí, la estela
de la hélice tiene un efecto despreciable y la velocidad de vuelo decrece
considerablemente porque la resistencia es bastante mayor que el empuje. La
velocidad de la corriente incidente también disminuye y a consecuencia de
ello el avión pica. En actitud de planeo en aviones normales el morro sólo
está ligeramente más bajo que en vuelo rectilíneo horizontal.
La velocidad de planeo normal
recomendada es aquélla que proporciona la mejor relación de planeo, que es
el cociente entre la velocidad de avance y la de descenso. Para un avión de
adiestramiento vale 9:1. Si la velocidad de vuelo es demasiado alta, la
relación cae hasta aproximadamente 5:1. Es necesario vigilar la posición del
morro, el aumento de la velocidad de vuelo y la firmeza de los controles, que
son indicadores de un planeo demasiado pronunciado. Los síntomas de un planeo
con actitud demasiado alta, excesiva, son morro demasiado alto, aumento del
ruido aerodinámico y fuerza débil en la palanca. El ángulo de ataque es tan
grande que la resistencia tira del avión hacia atrás mientras que el peso
tira hacia abajo siempre con la misma intensidad. El resultado es una
relación de planeo bastante pobre.
Procedimiento para comenzar el planeo
desde un vuelo horizontal rectilíneo:
-
Encender el calentador del
carburador (operación recomendada siempre antes de cerrar la mariposa
en vuelo, a no ser que el manual de operaciones del piloto indique otra
cosa).
-
Situar mando de gases en
ralentí.
-
Mantener el morro en la
posición de vuelo a nivel constante.
-
Mientras disminuye la velocidad
de vuelo a la normal de planeo. Esta posición varía según el avión.
El piloto nota que necesita añadir
fuerza en palanca para que no caiga el morro. Puede utilizarse el
compensador del timón de profundidad para eliminarla. Para volver al vuelo
recto horizontal el procedimiento es:
-
Acelerar suavemente hasta las
revoluciones de crucero mientras se libera la palanca.
-
Desconectar el calentador del
carburador una vez que se ha alcanzado el vuelo de crucero.
-
Reajustar compensadores para el
vuelo recto y horizontal.
La experiencia enseña al piloto a dar
gas hasta unas 100rpm por debajo de las revoluciones de crucero, porque al
desconectar el calentador del carburador las vueltas aumentan mas o menos
esa magnitud.
Para planear hasta una altitud
determinada se comienza a recuperar unos 50 pies por encima. Cuanto mayor es
el avión y más rápido es el descenso más debe ampliarse este margen.
Si no se libera la palanca en el
momento de dar gas, el morro se encabrita súbitamente debido a la reacción
que provoca en el timón de profundidad el chorro de aire de la hélice.
Debe recordarse siempre que lo primero
que hay que hacer al entrar y lo último que hay que hacer al salir de un
planeo es conectar y desconectar el calentador del carburador
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El
giro en planeo
Esta maniobra es también combinación
de dos básicas: el planeo y el giro. Los giros en planeo amplios y
continuados se denominan espirales. La mayor diferencia en la sensación que
provocan los controles en un giro en planeo y giro en subida es que en el
primero el timón vertical parece no tener efecto. Esto es debido a que no
recibe la fuerte estela de la hélice al estar el motor a ralentí. Al
efectuar un giro debe recordarse siempre que es preciso tirar de la palanca
para mantener la velocidad de vuelo, y debe tirarse más fuerte en un giro en
planeo que en un planeo recto. Si no se tira con suficiente fuerza sucede que:
-
En el giro en subida no se sube,
solo se gira.
-
En el giro horizontal se gira
perdiendo altitud.
-
En el giro en planeo se gira
perdiendo más altitud.
Vuelo recto horizontal
A pesar de parecer sencillo, el vuelo
recto horizontal causa problemas incluso a pilotos experimentados. No es lo
mismo observar un vuelo así que realizarlo desde la cabina. Los pilotos que
están aprendiendo a volar tienen tendencia a emplear el morro como referencia
para mantener el vuelo recto y la horizontalidad longitudinal y lateral,
aunque una de las alas esté baja mucho tiempo antes de que el morro lo
revele.
Se comprueba visualmente que el vuelo es
recto y horizontal mediante tres referencias: el morro debe apuntar a la
dirección deseada (no guiña); el morro debe mantener la posición adecuada
respecto del horizonte (horizontalidad longitudinal); los extremos del ala
deben estar a la misma distancia del horizonte, por encima en aviones de ala
alta y por debajo en los de ala baja (horizontalidad lateral)
En este tipo de vuelo los problemas
comienzan cuando inconscientemente se dan alerones a un lado u otro. Esto
puede suceder al descansar el brazo en la palanca. Cuando el avión sufre este
ligero balanceo y trata de comenzar el giro, para contrarrestar la guiñada se
emplea el timón de manera opuesta. Comienza entonces un vuelo con
resbalamiento en que se pierde altitud, así que se intenta compensar la
pérdida tirando de la palanca. El piloto se encuentra con que está haciendo
uso de los tres controles cuando es posible mantener el vuelo recto y
horizontal con manos libres.
El procedimiento adecuado para obtener
un vuelo rectilíneo y horizontal comienza cuando se ha alcanzado la altitud
asignada para su práctica. Se debe emplazar el morro a la altura correcta,
soltar gas hasta alcanzar la velocidad de crucero, fijar las revoluciones de
crucero y compensar hasta que la fuerza en palanca sea nula.
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